Una de mis creencias más firmes es que una buena organización y gestión del tiempo es clave para una vida más feliz. Te lo cuento en mi artículo publicado en el blog de Cajasiete con tu negocio y en esta ocasión, lo relaciono con las tres Leyes de Parkinson:
No te pierdas el artículo completo, donde encontrarás más detalle de como influyen las tres leyes de Parkinson y como gestionar adecuadamente el factor tiempo.
Los espacios personales y profesionales se entrelazan cada vez más y la productividad ha dejado de ser un concepto meramente profesional. Por eso, ha cobrado importancia en nuestro ámbito personal, en especial en lo que respecta al buen uso del tiempo. Por eso, aprovecho para enlazarte aquí otro artículo de este blog que te puede ser muy útil para una vida más completa y feliz (que también trato en otros artículos de este blog).
Desde hace una década, el Día Internacional de la Mujer es un compromiso ineludible para mi. Siempre fui feminista, incluso antes de saberlo, porque de forma natural nunca sentí limitaciones de género. Salí del hogar familiar muy joven (sin considerar ningún tipo de impedimento), empecé ingeniería en 1981 (en aplastante minoría), en mi primer equipo de trabajo era la única mujer (la primera además), fui la primera en independizarme en solitario de todo mi grupo de amigos y, otra vez, la primera de mi entorno que, bastantes años más tarde, se atrevió a viajar en solitario con mochila.
Lo de ser «la primera» tantas veces añadió algo de presión, no voy a negarlo, parecía que las representara a todas y no sólo a mi misma. Sin embargo, no prestaba demasiada atención y en mi linea de quere avanzar siempre, parecía que siempre fuera corriendo. Me sentía tan capaz como cualquiera y estaba convencida de que las mujeres habíamos avanzado mucho, así que no estuve demasiado pendiente del feminismo, un tema que según mi interpretación de entonces, no parecía afectar mi realidad cotidiana.
No obstante, mucho tiempo después, empecé a detectar que se seguía hablando de los mismos temas, como si fueran nuevos: la independencia de la mujer, la mujer en el trabajo, en la tecnología, en las STEM, la dificultad de conciliación, etc. ¿Todavía estamos así? Me pregunté asombrada. Por eso, sentí que tenía que comprometerme y contribuir. Desde entonces, cada año escribo un artículo este día: de hoy y de siempre, de empresa, novedoso, conceptual, ¡tanto da! También empecé a asistir a la manifestación allá dónde estuviera (sí, también a la de 2020).
He disfrutado escribiendo esos artículos, algunos más serios y otros más divertidos, pero nunca intrascendentes porque es necesario seguir educando en el feminismo. Por eso, hoy me he animado a compartir los que me gustan más aquí, clasificándolos según su enfoque. Espero que los disfrutes y que no te parezcan tan novedosos ya, porque querrá decir que la labor de todas ha ido dando sus frutos.
Conceptuales:
Empresariales:
Reflexiones o divulgación:
Por cierto, que he visto que todavía no he escrito sobre las Mujeres en la Tecnología y en las STEM. Será el próximo, aunque afortunadamente, hay muchas acciones en ese sentido porque forma parte del presente y el futuro laboral, que es tan ineludible como la propia causa feminista.
Si en mi artículo anterior te hablaba de trabajo híbrido, una de las últimas tendencias en cuanto a organización laboral, en éste quiero abordar cómo serán las relaciones laborales de futuro.
Con las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, sucede algo parecido a lo que pasa con los modelos organizativos: no hay una única forma de actuar. Cada empresa adopta la relación que encaja mejor con su modelo de negocio. Lo importante es que tanto empresa y trabajador sean consecuentes con lo que eligen, para conseguir relaciones sostenibles y fructíferas en el tiempo:
«El propósito, el potencial y la perspectiva, se pueden crear para cualquier modelo de relación empleador-trabajador.»
En mi artículo de Cajasiete con tu negocio: ¿Cómo será la relación entre la empresa y sus trabajadores en el futuro? Profundizo sobre distintos modelos de relación y ofrezco detalles sobre las formas de abordarlas para el éxito. Puedes leerlo a continuación:
Trabajo híbrido, ¿qué significa?
El trabajo híbrido es un modelo de trabajo que contempla un mix entre el modo de trabajo presencial y remoto. Es la modalidad de trabajo que están adoptando la mayoría de las empresas punteras para su organización laboral, al contar con la base tecnológica necesaria para implementarlo con éxito.
El modelo de trabajo híbrido permite trascender las carencias de las dos modalidades extremas -presencial y remota- y centrarse en las virtudes de amas. Lo que además se puede hacer a la medida de cada empresa. Por lo tanto, no contempla una receta única sino que, según las necesidades de la actividad, el modelo de negocio y los objetivos, puede ser desde rígido hasta ultraflexible. Por lo tanto, más que un modelo, es todo un abanico de posibilidades.
Si necesitas inspirarte para tu negocio o saber más, no te pierdas la síntesis que te ofrezco en el artículo de CajaSiete con tu negocio: «Más allá del teletrabajo: modelos de trabajo híbridos». En él reviso las últimas tendencias del mercado en cuanto a modelos híbridos, con detalles específicos de como lo están poniendo en marcha algunas de las empresas más precursoras, una vez superado el momento pandemia y según los ratios de productividad experimentados.
Te incluyo aquí la entrevista que he hecho para Cajasiete, con motivo de la publicación del artículo número 500 de su blog.
«Cajasiete con tu negocio» es un espacio de referencia de contenidos de actualidad empresarial cada vez más consolidadeo. Está siendo todo un éxito de difusión y, en cierta medida, me siento partícipe, ya que formo parte de él desde 2016.
La entrevista también la puedes encontrar, con la transcripción completa, en la propia publicación de su blog, y así aprovechas para pasarte por allí y echarle un vistazo al resto de su contenido. Te gustará.
En tiempos de reskilling o reciclaje profesional, el aprendizaje intencional es fundamental. El reskilling es una necesidad urgente, mucho más que una moda. Ya alertó sobre ello el Foro Económico Mundial (WEF, World Economic Forum) antes de la crisis sanitaria llegara y le diera aún más velocidad al proceso.
Para algunas personas, la capacidad de reciclarse entraña un gran esfuerzo y por eso, es importante resaltar que no sólo es una habilidad en sí misma, cada vez más demandada, sino que es una ventaja competitiva capaz de impulsar vida personal y profesional en estos tiempos cambiantes. No te pierdas mi artículo en el blog de Cajasiete con tu negocio: «Aprendizaje intencional en tiempos de reskilling».
«Sologamia y Mujer», www.mjdunjo.com Photo by DESIGNECOLOGIST on Unsplash
La sologamia es una tendencia creciente que surge en Japón y se ha convertido en todo un fenómeno mundial. Se hizo viral en 2017, cuando la BBC se hizo eco de la boda consigo misma de una mujer italiana, y ha cobrado una mayor difusión en nuestro país en 2021; entre otras cosas, a raíz de la película “La Boda de Rosa” de Icíar Bollaín, que acaba de ser galardonada con 8 nominaciones y 2 estatuillas en los Premios Goya.
Tiene mucho sentido traer la película a mi blog, espacio de #reinventionmood, y más si cabe en el #diainternacionaldelamujer. La protagonista de la película lo cambia todo al pulsar el botón nuclear reforzando la idea de que nunca es tarde para dar un giro vital, iniciar una nueva andadura y experimentar el cambio que deseamos, algo que corroboro desde mi experiencia propia, que además ha sido reincidente. Se trata de una mujer que necesita reinventarse, que se ha olvidado de sí misma y avanza completamente desbordada por multitareas que, aunque desarrolla con amor, ni siquiera decide ella, ya que son los que le rodean los que mantienen su agenda bien repleta.
Se trata de una película hecha por mujeres, dedicada a las mujeres y reivindicativa de feminismo, con un enfoque alejado del egoísmo que tiene mucho más que ver con la propia autoestima. Trata sobre una mujer que necesita quererse más a sí misma, para poder reformular el sentimiento de amor hacia los que le rodean y hacia esa familia imperfecta, como casi todas, desde un lugar más sano y enriquecedor para todos.
En realidad, la sologamia no es una tendencia exclusiva de las mujeres y, de hecho, conozco a algunos hombres que también deberían reivindicarla. Son menos, eso sí. Tiene que ver con el compromiso con uno mismo, más allá de los planes que otros le hacen, aunque como mujeres, resulta obvio que todas necesitamos hacer esa reivindicación en algún momento de nuestras vidas, por seguir ocupando un rol en la sociedad que, en general, no deja demasiado espacio a la dedicación personal.
Sigue siendo necesario luchar por ese lugar, algo que refleja a la perfección la canción de Rozalén, en la banda sonora de la película:
“Llevo un tiempo que no descanso, que como poco, cuesta sonreír.
He pasado por el aro y he hecho cosas que no me hacen feliz.
Tengo la bandeja llena de peticiones, de mil favores y absolutamente nadie pregunta por mí.
Lo pienso y me enciendo un incienso, y despliego todo el arsenal de velas.
Me paro, respiro, sonrío, me fio, descorcho una botella.
Si elijo ser mi prioridad, no es cuestión de egoísmo, el tiempo de calidad parte dedicado uno mismo.
Y si no me sale del corazón, voy a aprender a decir que no.
Quien bien me quiere lo va a comprender, yo no nací solo para complacer.
Y si no me sale del corazón, voy a aprender a decir que no.
Si quiero mejorar el mundo, primero voy a mimarme yo ../..”
Miramos el año que tenemos por delante con la esperanza de salir por fin de este sabático forzoso, compartido e inesperado, para poder abrir la mirada a nuevos horizontes, aunque sea por un sendero «en construcción». #ReinventionMood es afrontar ese cambio de página con un ánimo que nos permita incorporarnos a un lugar diferente al que dejamos, siempre mejor, avanzando hacia una nueva realidad, como ocurre siempre que se regresa de un sabático o ante cualquier reinvención que se precie.
Nos marchamos por un tiempo y ahora todo es diferente, y estamos ávidos de nuevos planes… Ya interiorizamos bastante y ahora toca materializar, afrontar el cambio de tendencia que aporta este punto de inflexión, con toda la energía que conlleva y su gran impulso de avance. Toca salir de una vez de esta reflexión infinita, para incorporarse a ese nuevo futuro en ciernes en modo urgente, lo quisiéramos o no, lo eligiéramos o no, que eso tanto da… Te lo cuento en este artículo del blog de CajaSiete con tu negocio:
Por todo eso, te invito a unirte al Reinvention Mood, porque el futuro emerge totalmente renovado y requiere de tu mejor versión. ¿Qué es eso? Es ánimo de reinvención, es una actitud y es una manera de caminar. reinventionmood instagram
Disruptivo suena fuerte, sin embargo, no es así. Es una nueva página y es importante poner todo lo que está en nuestra mano para que sea a mejor… Te lo cuento en mi artículo de la Revista Mas Mujer de este diciembre atípico, de este año para dejar atrás.
¿Tu propia DISRUPCIÓN para el 2021?
Llevábamos tiempo hablando de una revolución inminente que nunca llegaba, la denominada Revolución de las Cosas, en español, y en inglés, IoT (Internet of Things), disruptiva donde las haya. Sin embargo, no se hizo real hasta que apareció el COVID, ese virus disruptivo.
Disruptivo en el lenguaje porque convirtió términos desconocidos o nuevos en cotidianos: coronavirus, pandemia, confinamiento, hidrogel, desconfinamiento, desescalada, rebrote, segunda oleada, cubrebocas, etc.
Disruptivo en nuestras vidas porque nos la cambió de un día para otro, estableciendo esa distancia física y volcándonos en todo lo online: amigos, familia, trabajo, cursos, compras, eventos, música y las relaciones, ¡más que nunca! Afectando a nuestra forma de vivir.
Disruptivo tecnológicamente porque la tecnología se convirtió en nuestra aliada, como animales sociales que somos. De ahí el boom de zoom, valga la redundancia, y de tantas otras cosas. Tocaba abrir camino, sin prisa y sin pausa, más que nunca. Tocaba reinventar la forma de trabajar, de relacionarnos y de disfrutar de nuestro ocio, rodeados de tecnología.
Aparecieron nuevos anuncios, señales de nuevas tendencias, con nuevas formas de vida más centradas en el hogar, aunque reconozco que muchos de ellos me aburren un montón porque sigo prefiriendo salir y viajar, como muchos de vosotros. Sin embargo, otros me encantan como “like a Bosch”. Son señal de una oferta completamente renovada, alejada de los tópicos de género o tradicionalidad de ese tipo de anuncios del hogar. Son una promesa de revolucionar también nuestra realidad más íntima, nuestros hogares.
Es más, cada vez tenemos más asistentes tecnológicos en casa, que empiezan a resultarnos cotidianos: Alexa, Ok Google, etc. El otro día, una amiga le decía a Ok Google: “ay, no te enfades”, cuando no supo que responder ante varias preguntas simultáneas. Nos reímos con ganas de su ocurrencia, pero eso no fue lo mejor, sino la respuesta: “perdona, siento haberte causado esa impresión, yo no me enfado. Soy una inteligencia artificial.” Seguimos riéndonos a carcajadas y le volvimos a preguntar: ¿Estás enfadada? Entonces nos desplegó sus variantes, para nuestra sorpresa:
“Que va, Estoy entrenada para ser siempre positiva.”
“Que va, estoy fenomenal:”
“Yo, imposible… jajajjajaj.”
Son sólo pequeños ejemplos de cómo está cambiando nuestra vida a pasos agigantados, a raíz del virus disruptivo que simplemente aceleró lo que venía. Y… Superado lo peor de este cambio brusco en 2020, ¿por qué no enfocarte en tu disrupción 2021, la que te reconecta con la ilusión de renovarte?
En lo que respecta a la economía, todavía nos queda atravesar la travesía del desierto, como tantas otras veces en la historia de la humanidad, pero vale la pena quedarnos con lo mejor de esos dos mundos, con lo humano y lo tecnológico, poniendo la tecnología al servicio de la humanidad. ¿Todavía crees que no tendrás que reinventarte?
Experimentamos una disrupción de vida y quizá, sólo quizá, tu vida ya no volverá a ser igual y quizá, sólo quizá, hasta puedas conseguir mejorarla, tomar tus propias elecciones… Sobre todo, si nos enfocamos en preservar al máximo lo humano, lo personal y la humanidad.
¿Te animas a cambiar?
Claro que existe el instinto de supervivencia empresarial, porque porque las organizaciones, como las personas, llevan la supervivencia en su ADN porque, al fin y al cabo, están compuestas por seres humanos, con su instinto y su know-how. Las configuran profesionales que ponen toda su creatividad al servicio del avance cuando es necesario y eso es lo que nos llevaremos de la era #postcovid19, por dura que nos pueda parecer, que lo es. Siempre es así y sobrevivir como profesionales y empresas, es nuestra única obligación para alcanzar el futuro deseado.
El 2020, nos ha traido un gran cambio, más disruptivo que nunca a causa de la pandemia que lo ha magnificado, actuando como motor para la transición de la que tanto hablábamos hace tiempo, como poco desde el Foro Anual de Davos de 2016. La pandemia sólo ha traido “el futuro del trabajo” al presente inmediato, haciéndolo aterrizar sin anestesia y acelerando los cambios a todo nivel ¿Te vas a desentender ahora?
Ya no hay marcha atrás. Si tenías la tarea hecha, bien por ti, y si no, ponte las pilas porque te toca hacerla en modo supervivencia. ¿Te atreves? Yo sí… ¡Y cuento contigo!
Ahora, vamos adónde todo esto nos lleve…
La remontada es mi artículo de la Revista Mas Mujer y alude a recuperar las alas para elevarnos de este lugar absurdo en que nos hemos instalado en este extraño letargo… Alude a un momento muy deseado que por fin ha llegado, el de volver a empezar y reinventarnos.
Este año 2020 está transcurriendo de forma inédita, muy diferente a todo lo imaginado y, según como se mire, tan rápido como lento.
Por un lado, ha pasado rápido. Ya estamos afrontando el último trimestre y, sin embargo, parece que estemos en la casilla de salida. No ha sucedido nada de lo previsto. Está siendo un año paréntesis, de reinicio, con un antes y un después… Es un “año hito” que deseo que al final sea para bien.
Por otro lado, también tengo la sensación de que transcurre lento, como “el día de la marmota”, ya que es imposible hacer planes: primero por el confinamiento, después por la desescalada, a continuación, por el período vacacional con rebrotes incluidos y, por último, por la amenaza de una segunda oleada, que no sabemos si ya está aquí, está llegando o aparecerá en el último trimestre.
Estamos instalados en un presente eterno y quizá eso sea lo mejor de todo. No nos queda otra que vivir el momento. Por eso, siendo positiva, creo que ese es el gran regalo de este año. Presente para conectar con lo que sucede alrededor, para avanzar en lo pendiente, para descubrir lo que nos importa realmente, así como nuevas formas de hacer y aportar. Presente para hacer lo mejor posible con nuestra libertad de acción limitada… Ah, ¡sí! Y presente para reinventarnos, pero eso, que es a lo que me dedico, a reinventar. No me parece lo diferencial porque la reinvención para mí es una constante en la vida, lo diferencial lo aporta la situación inédita, así como la forma inédita e individual en que nos ha tocado vivirla.
En un proceso de reinvención, yo suelo denominar a la primera etapa “el efecto sabático”. Con ello, no me refiero necesariamente a un viaje, sino a desaprender, perderse y permitirse experimentar otras realidades. Darnos la oportunidad de probarnos a nosotros mismos. Por eso, la otra diferencia fundamental de esta circunstancia es que nos reinventamos todos, porque todos hemos tenido que pasar por ahí.
Ahora, con o sin oleadas, lo que toca es la remontada, que es el regreso desde un lugar diferente, a veces, todavía desconocido, llevando en nuestra mochila el bagaje de todo lo aprendido… Yo la considero la etapa más difícil, pero eso va a depender de la realidad de cada cual, de la dureza del proceso vivido, de la madurez con la que se haya podido afrontar y de la claridad de visión sobre nuestro nuevo propósito.
No te agobies, cada cual tiene sus tiempos, respeta los tuyos y permítete el ritmo que tu presente te marque, sin prisa y sin pausa…
Lo importante es caminar, un paso tras otro, e iniciar la remontada con toda la dosis de presente incorporada, la máxima apertura y, en la medida de lo posible, con propósito. Por eso, sal allá afuera y recuerda: “tanto el cambio como la reinvención, siempre son para mejor.”
Ahora que por fin estamos en la Nueva Normalidad, tras el prolongado aislamiento al que nos ha sometido el #Covid19, toca ponernos en marcha desde una perspectiva renovada. ¿Reinventarnos? Si, claro, eso siempre.
Nos reinventamos todos, síncronamente, aunque en algunos casos será más sencillo que en otros, dependiendo de la claridad de propósito y la visión de futuro, que son las que iluminan cualquier reinvención. Os animo a leer el artículo de Caco Martín, en el que participo aportando pautas de reinvención.
También os animo a leer otro artículo de este blog de hace algún tiempo, en la que te ofrezco más detalles de reinvención en un webminar que realicé sobre ese tema.
El mundo nos ha cambiado de un día para otro y se habla mucho de reinvención y de positividad. Sin embargo, reinventarse no es una cuestión de positividad, sino de consciencia, que es la que permite conectar: con las propias necesidades, las de los demás y las del entorno. Esa es la clave para detectar las oportunidades y no la positividad sin más.
El futuro se ha precipitado en nuestro presente, abruptamente, y una vez superado el shock inicial y aceptada la situación, no queda otra que avanzar, con conexión y atendiendo a distintos aspectos que te detallo en este artículo de Cajasiete: «La reinvención #PostCovid19 es conexión y flexibilidad». Espero que te sea útil para reorientarte hacia el futuro, según tu experiencia y propósito laboral.
Siempre hay nuevos hábitos por cultivar y espacios por descubrir, incluso en los momentos más inesperados y en los lugares que pareces conocer mejor.
Hace siete años que no resido en Barcelona, pero he vivido aquí 32 años y vengo muy a menudo. Así que, no fue raro que me pillara aquí el confinamiento (80 días ya) y aquí estoy, porque… Puestos a encerrarse y trabajar en remoto, ¿qué más da dónde estés?
He vivido este proceso extraño como el resto del mundo, al principio completamente encerrada y con las salidas indispensables, y a partir de la desescalada saliendo en las franjas asignadas a hacer deporte. No es que sea muy deportista, pero decidí hacerlo por salud, física y mental.
Empecé tímidamente, para mejorar una forma física perdida ya antes del confinamiento y aprovechar para reconectar con mi ciudad adoptiva. Ya que estaba aquí, tenía que sentirlo así: recorridos circulares desde casa, de 5 a 7 km diarios y sin utilizar ningún medio de transporte. También procuré que fueran rutas poco frecuentadas y diferentes cada día, al menos los primeros 21, que dicen que es lo que se tarda en desarrollar un hábito. Ya elegiría después…
Han pasado 30 días y me siento feliz al ver la superposición de los recorridos en este dibujo y comprobar que suman 200km, ¡no está mal! El dibujo es ahora un nuevo símbolo para mi, que parece estar a caballo entre una rosa, un árbol o un molino de viento… O un cometa, me acaba de decir alguien en instagram, pues quizá sí, una cometa con forma de rosa, que ha crecido del confinamiento, aunque llena de vitalidad y movimiento…
Creo que la clave para que funcionara el plan, ha sido haber elegido iconos diferentes para cada día: La Sagrada Familia, El Recinto Modernista de Sant Pau, El Parque Güell, La Casa Battló, La Pedrera, La Monumental, La Torre Agbar, El Puente de Bac de Roda, el lugar más próximo donde ver el mar, los parques cercanos, los lugares a los que tenía que ir para trámites… Hasta que, de pronto:
Sin previo aviso, un día cualquiera apareció el primer turó (colina): El Turó de la Peira, y me acordé de las siete colinas de Barcelona. Las haría todas.
Els Set Turons han sido el gran regalo de este tiempo y me han propocionado recorridos inmejorables, inéditos, cargándome de energía e ilusión por descubrir. Surgieron para mejorar mi idea inicial: mayores pendientes, mayores distancias, recorridos novedosos y nuevos lugares por conocer. Por eso, quiero dedicarles un lugar especial en este artículo, para que te animes a hacerlos tú también:
Els Tres Turons: Rovira, Carmel y Creueta + Turó de la Peira (entre Montjuic y El Tibidabo, desde Torre Baró)
Els turons han sido todo un descubrimiento, me han proporcionado otra perspectiva de Barcelona, una nueva dimensión de la ciudad y conexiones entre lugares habituales y barrios desconocidos.
El plan de recorrer los turons, me ha motivado a salirme de las rutas habituales, convirtiéndose en un redescubrimiento disfrutado y calmado de una ciudad que siempre me ha ofrecido lo mejor, desde que la pisara por primera vez. Ahora me parece incluso más cercana y asequible, ofreciéndome sensaciones y momentos que siembran nuevas miradas, cambios y reinvenciones. Ha sido un gran viaje en mi propio territorio, en la que siempre he sentido como mi casa. Gracias Barcelona.
Este artículo de Más Mujer lo escribí en pleno confinamiento, casi a los 60 días y todavía en fase0…Porque me pilló en Barcelona y aquí la desescalada ha sido muy lenta.
Por eso, pensé que tanto tiempo encerrada merecería tres hábitos como mínimo, quizá necesitaba motivarme y fluir con el presente. Reflexionar, inspirarme e ir recuperando libertades con alegría, para salir a la nueva normalidad con un entusiasmo renovado, que es la mejor manera de redescubrirse y reinventarse. Aquí te lo dejo:
Llueve afuera. Es la hora de caminar, pero hoy no saldré, al menos por la mañana. Está cayendo el diluvio universal… Hoy será el noveno día de mis caminatas rápidas, de 5km como mínimo. En una semana, he llegado a los 7km en 70minutos y lo estoy disfrutando. Espero convertir esta disciplina diaria en hábito… Cuando pasemos a la Fase1, llevaré 17 días y ya sólo me quedarán cuatro para los 21.
No es que quiera prolongar la fase, ni que tenga el síndrome de la cabaña. Ése en el que estás tan adaptado a la vida en casa que ya no deseas salir, porque lo externo lo percibes como una amenaza. No es mi caso, aunque, al principio del confinamiento lo prefiriera… Me duró las tres primeras semanas y, si no hubiera sido por obligación, no habría salido. En realidad, lo sorprendente era lo bien que llevaba el encierro.
La clave para llevarlo bien fue haberme comprometido con la decisión desde el principio, sin reservas. Eso sí, dándome márgenes en mis rutinas diarias y escuchando hacia adentro: emociones, sensaciones y necesidades, siendo coherente conmigo y con ese compromiso. Sin obligarme a demasiado extra, que bastantes libertades teníamos restringidas, y cuidándome a mi manera. Ahora, quiero celebrar cada libertad recuperada y de ahí surgió el hábito de caminar. Gracias a esa celebración personal, sé que todavía puedo aguantar un poquito más, si es por una buena causa: para no retroceder y evitar enclaustrarnos otra vez.
Mi segundo hábito es un poquito anterior al de caminar, y es una dieta más equilibrada. Hoy llevo 19 días de una dieta más ajustada a lo que quemo, que serán 21 el primer día que quede con amigos para celebrarlo. Sí, me hace ilusión saltármela un poco ese día, y algún otro también, pero espero conservar también este nuevo hábito después de la reclusión obligada.
¿Y el tercer hábito? Ese es el más filosófico… Llevaba tiempo en ello, pero este proceso lo ha puesto a prueba y lo ha consolidado. Es centrarme en el presente, atenta y evolucionando con lo que me rodea, sin prisa y sin pausa, sin queja y sin drama. Respetar mis tiempos, mi vulnerabilidad y escuchar hacia adentro, hasta que pueda seguir avanzando hacia todo lo que la vida me permite, con todo lo que está en mi mano. Desde la máxima libertad, que es elegir mi actitud y ser feliz, sin más.
Escuchar mis miedos para que puedan salir a su debido tiempo, sin permitirles que me paralicen. Dejar que mis lágrimas broten, si necesitan hacerlo, comprendiéndolas. Dejar que la rabia y la impotencia puedan transformarse en algo más útil. Enfocarme en todo aquello a lo que puedo contribuir, profesional y personalmente, sintiendo que aporto algo a este mundo de locos. Éste que se queja de nuestro abuso continuado.
¡Salgamos a comernos nuestro nuevo mundo! Con todo nuestro respeto…