Nov
11
¿Para vivir feliz? Tomar decisiones, priorizar y actuar
Tomar decisiones y felicidad
Ser feliz es una decisión, como lo es sufrir. Se trata de un estado voluntario. No es un destino, sino una forma de caminar.
Existen circunstancias que lo dificultan, al causar dolor y provocar una serie de emociones negativas, legítimas y necesarias, que entorpecen la salida del estado mental de sufrimiento y el avance hacia el de felicidad, ¿qué puedes hacer entonces?
1. Tomar decisiones:
- ¿Puedes hacer algo para modificar las circunstancias que te impiden ser feliz? ¿SÍ? Pues toma decisiones y empieza a cambiarlas.
- ¿NO hay nada que puedas hacer para cambiar tus circunstancias? Acéptalas, deja de pelearte contra tus circunstancias y toma decisiones que te ayuden a llevarlas mejor sin anclarte en el sufrimiento. De una forma u otra, siempre existen elecciones que nos permiten avanzar con mayor energía y alegría, incluso ante situaciones adversas.
2. Prioriza tus acciones con conciencia individual y colectiva, con las actividades y personas que consideras importantes en tu vida. Para ello, te puede ser muy útil la Matriz de Eisenhower, que es la que ilustra este articulo.
La toma de decisiones es un proceso interno de elecciones, en el que se requiere ser consciente de tus asuntos importantes y coherente con los mismos.
Establecer tus prioridades es clave para poder asumir tus compromisos de forma equilibrada, sin querer abarcar más de lo razonable por responder a expectativas ajenas o a un exceso de perfeccionismo.
Sólo tú puedes definir tus prioridades, las individuales y las que compartes. Sin embargo, en lo que se refiere a las decisiones compartidas, es importante tomarlas de forma conjunta (en coherencia con las prioridades de cada afectado) porque jamás podrás asumir con felicidad una decisión en la que no te has involucrado y se opone a tus prioridades, por importante que sea para ti el asunto o el colectivo afectado.
3. Actúa. Desmitifica los riesgos y da el primer paso adelante, sin procrastinar, porque nunca tendrás certeza total sobre lo que sucederá. Por eso, una vez completados los apartados anteriores, simplemente actúa. Ve eligiendo sin ponerte excusas, evitando la parálisis por un excesivo análisis y ten presente que siempre gozarás de libertad para elegir otro futuro u otro pasado, y que en la mayoría de las ocasiones podrás rectificar.