Jun
12
Empoderar, empoderamiento… ¡Empodérate!
Empoderar es el objetivo de mi artículo de este mes de junio de la Revista Más Mujer, en todas sus acepciones. Una palabra de origen anglosajón –empowerment– que alude a un concepto que debería estar cada vez más presente en nuestras vidas.
Empodérate y lidera tu vida
El liderazgo no sólo está asociado al mundo profesional o al mando, sino que tiene que ver con nuestra capacidad para influir en nuestra vida y en la de los demás. En lo cotidiano, continuamente necesitamos ceder, negociar y poner límites, aspectos que son clave para una vida plena. Al fin y al cabo, vivimos en un mundo relacional.
Nuestra vida mejora cuando somos capaces llegar a acuerdos creativos con los demás, que beneficien a todas las partes, cuando somos capaces de llegar a soluciones compatibles con otras realidades, con empatía, valores y autenticidad. Si avanzamos con ese talante, a medida que caminamos, irán apareciendo nuevos espacios para compartir y crecer, lo que incrementará nuestro liderazgo en una especie de bucle beneficioso.
A nivel individual, podemos desarrollar el liderazgo (autoliderazgo), actuando sobre diversos aspectos. Uno de ellos es la toma decisiones, que es lo mejor que podemos “tomar” para ser felices. Para ello, necesitamos motivación, sentir que lo que ocurre depende de nosotros y, en definitiva, empoderarnos.
Locus de control
En psicología existe un concepto que se denomina locus de control (Rotter, 1966), que me parece muy útil para entender este anglicismo tan de moda: empoderar. Si una persona cree que lo que le acontece tiene que ver con su actitud, acciones y personalidad, se dice que tiene locus de control interno. Cuando, en cambio, la persona interpreta que es una cuestión del azar o de la suerte, se dice que su locus de control es externo. Creer que no tenemos control sobre los acontecimientos, nos vacía de poder, mientras que creer que podemos cambiarlos, nos empodera.
El locus de control es una creencia interna muy arraigada, que hace que las personas se sientan capaces de liderar su vida o no. Por lo tanto, es el primer factor sobre el que actuar si pretendemos empoderarnos o empoderar a otros. No es fácil actuar sobre una creencia, pero se puede. Lo más importante es aprender a distinguir con claridad lo que depende de nosotros y lo que no, lo que podemos cambiar, pero las reglas del juego no nos lo permiten. Todo un arte. Entonces podremos enfocarnos en lo que sí depende de nosotros e influir en que las reglas del juego de la organización, sociedad o empresa en las que estamos inmersos nos empoderen y dejen de limitarnos.
Empoderamiento, locus de control y foco
Una persona estará empoderada, es decir, completamente motivada para ejercer su liderazgo y tomar las riendas de su vida, cuando su locus de control interno esté activado. Además, el entorno en el que está inmersa no debe limitar su capacidad de decisión y actuación. Sólo entonces, la persona podrá enfocarse en su propósito y llevar las riendas de su propia vida.
El propósito es una pulsión, pura conexión con lo que queremos, pero la motivación es el motor y se alimenta del empoderamiento. Es la que nos proporciona la energía necesaria para activar toda nuestra creatividad al servicio de ése propósito.
El empoderamiento empieza en ti, ¿te animas a ejercerlo?