Jul
24
A raíz de referencias a C. G. Jung que he incluido es este blog, como las del artículo de la semana pasada basado en el libro «Demian» de Herman Hesse, he pensado que estaría bien identificarlas como cápsulas de psicología junguiana y publicar de vez en cuando artículos relacionados. Mis referencias se basan en el libro: “Introducción a la Psicología Junguiana”, de Robin Robertson.
De alguna manera, Jung tiene mucho que ver con la temática de este blog al ser un referente en temas de desarrollo personal, ya que muchos de los conceptos y teorías que utilizamos en el ámbito de las personas, tanto en aspectos individuales como sociales, así como cuando tratamos temas de motivación y desarrollo personal o profesional, surgen de los modelos de Jung y su forma de entender la Psique.
C. G. Jung fue discípulo de Freud, aunque su separación de él acabó siendo inevitable, ya que contemplaban el mundo bajo prismas muy diferentes, lo que le hizo que el primero tuviera que emprender un sendero solitario en lo que se refiere a la exploración del inconsciente colectivo que subyace en la conciencia individual. Para establecer sus teorías, utilizó el modelo triuno de McLean, que modeliza el cerebro como tres partes separadas y superpuestas, cada una de ellas pertenecientes a diferente fase evolutiva:
1) El cerebro reptiliano (complejo R) que tiene 250 millones de años y está relacionado con el instinto (territorialidad e individualidad). Juega un papel importante en nuestras conductas agresivas, territorialidad, rituales o en el establecimiento de las jerarquías sociales.
2) El cerebro mamífero (sistema límbico) que tiene 150 millones de años y tiene que ver con la emoción (socialización, amor y religión). Gobierna la conciencia social y relacional: pertenencia, cuidado, empatía, compasión y preservación del grupo.
3) El cerebro primate (neocortex), de tan sólo 10 millones de años y vinculado a la mente (evolución cultural y desarrollo). Orientado a estímulos exteriores y funciones cerebrales más elevadas: razonamiento, deliberación, lenguaje y tareas complejas de percepción y visión.
El concepto junguiano del inconsciente colectivo es el reconocimiento de que la historia ancestral tiene una gran influencia en nuestras vidas, no sólo físicamente, por la herencia evolutiva en el cuerpo en general, sino también en nuestra estructura neurológica, y Jung llegó a la conclusión de que existían unos cimientos colectivos para la Psique, más allá de las propias vivencias, de donde proceden las imágenes de los mitos, los sueños y las fantasías. Además, el fue el primero en utilizar la palabra Psique para referirse a la totalidad de nuestros procesos psicológicos, en contraposición con la utilización hasta entonces de cerebro o mente, conceptos anclados exclusivamente en la parte física de dichos procesos.
Según Jung, toda conciencia emerge del inconsciente, la madre final de todo lo viviente y la razón por la que existe la conciencia y hay un impulso para ampliarla y profundizar en ella, es sencilla: “sin conciencia las cosas van peor”. Por otro lado, Jung se dedicó a estudiar en profundidad el proceso de individuación, que es el proceso de ampliación de esa conciencia. En sus propias palabras: “Individuación significa llegar a ser un individuo y, entendiéndolo como nuestra peculiaridad más interna, última e incomparable, es decir, llegar a ser uno Mismo.” Así, podríamos traducir individuación por mismación o autorrealización.
¡Ojalá que estos conceptos te interesen tanto como a mí!