Feb
20
¿Innovación radical? Coliderazgo
Sólo de la mano del coliderazgo puede llegar la innovación radical, tanto en el ámbito empresarial como en el social.
Para ello, es clave conectar con la mejor posibilidad futura de nosotros mismos y de los demás, co-creando ideas poderosas que requieren el acceso simultáneo a las inteligencias del corazón (amor), mano (intención creativa) y cabeza (mente). Un enfoque que quizá os suene a la «Teoría U» porque surge de ella, y refuerza la metáfora de «empezar la casa por el tejado» que animaba en mi entrada de la semana pasada, como idea de proyección al futuro deseado.
Según el modelo-U, la secuencia en la que se cristaliza lo nuevo, es la contraria de la que la sabiduría popular indica y se pude obseervar en casi cualquier tipo de innovación radical. Por eso, el mayor error que podemos cometer cuando trabajamos en innovación es enfocarnos en primer lugar en la mente racional, porque para permitir a una nueva idea emerger, se requieren otras condiciones previas:
(1) Lo nuevo empieza con una emoción o sentimiento no específico.
(2) El sentimiento se convierte en sensación y surge el qué (la nueva idea).
(3) Entonces, se relaciona con un contexto, problema o desafío, y aparece el lugar dónde puede manifestarse la innovación radical (dónde: el contexto).
(4) Sólo en este momento se empieza a desarrollar una forma en la que el qué y el dónde se enmarcan en una estructura racional y con una determinada apariencia (el porqué: racional).
Las personas de alto desempeño que utilizan la creatividad en su profesión, se sienten familiarizadas con los aspectos de apertura de corazón, intención y mente que promueve el modelo U, y los ejercen. Sin emargo, esas mismas personas suelen reconocer que no son capaces de utilizar el mismo planteamiento en el ámbito de la empresa. Se requiere un cierto recorrido interior y esfuerzo, además de una tecnología social que permita extender su uso al ámbito organizacional.
Esa tecnología social está basada en la «presencia», algo que no tiene nada que ver con lo presencial, o el estar, sino con la integración de ciencia y conciencia. Se requiere una metodología de cambio social profundo y coherente, para sentir y co-crear el futuro que desea emerger. Un soporte que facilite la utilización de capacidades de coliderazgo esenciales que un equipo motor debe cultivar:
1. Procurar el espacio: escuchar lo que la vida nos pide que hagamos. Se trata de invitar a los demás a cocinar juntos, en lugar de ofrecer el pastel ya terminado. El líder debe procurar un lugar en el que los otros se sientan invitados, con suficiente espacio abierto para contribuir y enfocarse en la más alta posibilidad futura del grupo.
2. Observar: prestar atención con la mente totalmente abierta. Suspendiendo la voz del juicio (VDJ), basado en el pasado, y abriendo un nuevo espacio de indagación y asombro, para permitir el acceso a lugares de mayor potencial.
3. Sentir: conectarse con el corazón. Afinar los tres instrumentos: mente abierta, corazón abierto e intención abierta. La mente funciona como un paracaídas, sólo funciona cuando está abierta (refrán anglosajón), y lo mismo se puede aplicar a la inteligencia del corazón: sólo está disponible cuando cultivamos la capacidad de apreciar y amar.
4. Presenciar: Conectarse con el origen más profundo de su ser y su intención. Un corazón abierto nos permite ver una situación desde la totalidad y la intención abierta nos permite empezar a actuar desde el futuro que emerge.
5. Cristalizar: Acceder al poder de la intención. Un equipo motor comprometido con su intención, propósito y resultados, crea un impulso y que permite al todo manifestarse.
6. Hacer prototipos: Integrando cabeza, corazón y manos. En sustitución a los tres métodos principales de actuación tradicionales, ya obsoletos por compartir la misma carencia estructural, es decir, por no ser capaces de balancear las tres inteligencias de que disponemos:
- Ejecución sin improvisación ni conciencia (acción reactiva, sólo manos)
- Reflexión interminable sin intención de actuar (parálisis por análisis, solo cabeza)
- Hablar sin conexión con el origen o la acción (socializar sin fin, sólo corazón).
7. Realizar-Actuar: Tocando el Macro Violín. El Micro Violín es el instrumento que está en tus manos, el Macro Violín es el que incorpora toda la catedral que te rodea. El Macro Violín requiere que uno escuche e intérprete desde un lugar diferente, desde la periferia. Uno debe mover su capacidad de escucha desde adentro hacia más allá de sí mismo.
Para implementar el coliderazgo en las organizaciones se requiere:
(a) co-líderes con el equipo correcto de actores -misma cadena de valores–
(b) tecnología social de presencia que permita un encuentro de múltiples interesados para moverse en el debate a la co-creación de lo nuevo (integrando ciencia y conciencia desde el futuro que quiere emerger).
¡Es momento de conectarse! Y espero que os resulte útil este video, en referencia a la canción «Ingravitto» de Macaco. ¡Disfrutadlo! (si quieres saber más sobre esta teoría, haz clic a continuación: Teoría-U, primera parte)