May
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¿Cómo soy eficiente? -Cuestiones de P. Drucker (3/3)-
Este es el tercer post de una trilogía que he titulado «Cuestiones de P.Drucker«.
El primer post, estaba dedicado a la autogestión personal y según el autor, sólo tienen éxito en la vida los que se conocen a sí mismos.
En el segundo post, nos hablaba de los motivos para hacer una segunda carrera profesional.
Y esta tercera entrega, la dedicaré a hablar de la forma en que cada cuál consigue lograr resultados destacados, según las enseñanzas de Drucker.
Los que han tenido más éxito en la historia de la humanidad como Da Vinci, Mozart, Napoleón, etc. se han gestionado a sí mismos, y eso ha sido en gran medida lo que les ha convertido en grandes personajes. Hay personas en el mundo dotadas de un talento excepcional, fuera de los límites de la existencia humana común y corriente, pero eso no es lo más frecuente e incluso en ese caso, es necesario cierto esfuerzo de sistematización y cierta disciplina para que no se acabe malogrando.
En general, la mayoría de nosotros tenemos unos recursos medios y tenemos que aprender a gestionarlos y a desarrollarnos, situándonos donde podamos realizar las mayores aportaciones. No se trata de situarnos en las áreas en las que no tenemos talento o habilidad, donde tendríamos muy pocas probabilidades de ser incluso mediocres, sino de canalizar la energía, los recursos y el tiempo en las áreas de mayor competencia o habilidad, para conseguir desempeños excelentes. Además de conocernos a nivel de puntos fuertes y valores, hay una tercera cuestión clave: ¿Cómo soy eficiente?
Las personas trabajan y rinden de formas diferentes, teniendo una forma exclusiva de conseguir resultados que está relacionada con la personalidad, tanto a nivel de naturaleza como de formación, que se puede modificar ligeramente pero no tanto de una forma radical. Algunos de esos rasgos básicos de personalidad que determinan la forma que tiene una persona de ser efectiva, son los siguientes:
¿Soy lector u oyente? Muy pocas veces se dan ambas características a la vez y sin embargo, muchas personas no saben a qué categoría pertenecen, siendo un factor que puede afectar bastante a su desempeño. P. ej. Eisenhower que cuando había sido comandante supremo de las fuerzas aliadas, era famoso por su estilo de comunicación, capaz de describir una situación y explicar una política con dos o tres frases impecables; diez años más tarde como presidente, fue ridiculizado por los mismos interlocutores en rueda de prensa, por su incoherencia e incorrección gramatical. No sabía que era lector y no oyente, y mientras en su primera época sus ayudantes se encargaban de que todas las preguntas de la prensa le llegaran por escrito al menos con media hora de antelación, en la segunda no fue así, ya que adoptó el mismo método que el de sus predecesores, Roosevelt y Truman, que eran oyentes y disfrutaban de las conferencias de prensa en las que las preguntas se realizaban con entera libertad.
¿Cómo aprendo? Muchos escritores de primera línea sacaban malas notas en el colegio y recuerdan sus años de estudios como una tortura, ya que no aprendían escuchando y leyendo sino escribiendo, que no era la forma del aprendizaje más extendida en las escuelas. Su peor pesadilla fue el aburrimiento, al verse obligados a aprender de forma distinta a la propia.
Hay unas seis formas diferentes de aprender. Algunas personas aprenden haciendo, otras escuchándose hablar, otras tomando una gran cantidad de notas, etc. Por ejemplo, Beethoven, dejó gran cantidad de cuadernos de anotaciones y sin embargo, nunca los miraba cuando componía. Dicen que cuando le preguntaron por qué los conservaba, contestó: «Si no lo escribo inmediatamente, lo olvido. Sin embargo, si lo anoto nunca lo olvido y ni siquiera tengo que volver a mirarlo». De todas las características del autoconocimiento, la más fácil de adquirir es ésta y sin embargo, según Drucker, pocos procedemos en consecuencia.
Además de estas dos preguntas, hay algunas otras importantes: ¿Trabajo bien en equipo o en solitario? Y si es en solitario, ¿en qué tipo de relación? ¿Cuándo genero mayores resultados, cuando tomo decisiones o cuando asesoro? Algunas personas trabajan mejor tomando decisiones, aunque pueden requerir un asesor que les obligue a pensar porque eso les fomenta la autoconfianza y la rapidez, mientras otras trabajan mejor como subordinados o asesores porque no toleran bien la carga o la presión de la toma de decisiones.
Otras dos preguntas importantes que es necesario plantearse son ¿Soy eficiente bajo estrés o necesito un entorno previsible? ¿Trabajo mejor en una gran organización o en una más pequeña? Muy pocas personas trabajan bien en cualquier entorno, algunas tienen gran éxito en grandes organizaciones y sin embargo, funcionan muy bien cuando pasan a organizaciones pequeñas, o viceversa.
Es importante no intentar cambiarse, sino más bien enfocarse en potenciar el rendimiento en las funciones, áreas y entornos de mayor talento.